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lunes, 30 de septiembre de 2013

Equistosomiasis (Maria G. Santos y Maria C. Sagel)

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La esquistosomiasis es una enfermedad parasitaria crónica causada por duelas sanguíneas (IMG1) del género Schistosoma. Al menos 230 millones de personas necesitan tratamiento cada año. Hay constancia de la transmisión de esta enfermedad en 77 países, pero el mayor riesgo de infección se concentra en 52 países.



Transmisión

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Las personas se infectan cuando las formas larvarias del parásito (IMG2), liberadas por caracoles de agua dulce, penetran en la piel durante el contacto con aguas infestadas.




Epidemiologia



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La esquistosomiasis es prevalente en las regiones tropicales y subtropicales (IMG3), especialmente en las comunidades pobre sin acceso a agua de bebida salubre ni a saneamiento adecuado. Se estima que al menos un 90% de las personas que necesitan tratamiento contra la esquistosomiasis viven en África.


Hay dos formas principales de esquistosomiasis (intestinal y urogenital), causadas por las cinco grandes especies de duelas sanguíneas:

  1. Esquistosomiasis intestinal:
    • Schistosoma mansoni
    • Schistosoma japonicum
    • Schistosoma mekongi
    • Schistosoma intercalatum y su congénere S. guineansis
  2. Esquistosomiasis urogenital:
    • Schistosoma haematobium

Sintomas


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Dolor abdominal, diarrea y sangre en las heces. En los niños puede causar anemia (IMG4), retraso de crecimiento (IMG5) y problemas de aprendizaje, aunque los efectos suelen ser reversibles con el tratamiento. La esquistosomiasis crónica puede afectar a la capacidad de trabajo y en algunos casos puede ser mortal. El signo clásico de la esquistosomiasis urogenital es la hematuria. En los casos avanzados son frecuentes la fibrosis de la vejiga y los uréteres, así como las lesiones renales. El cáncer de la vejiga es otra posible complicación tardía. Las mujeres con esquistosomiasis urogenital pueden presentar lesiones genitales, hemorragias vaginales, dispareunia y nódulos vulvares. En el hombre puede ocasionar trastornos de la vesícula seminal, la próstata y otros órganos.

Diagnostico


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La esquistosomiasis se diagnostica mediante la detección de huevos del parásito (IMG6) en muestras de heces u orina. Para la esquistosomiasis urogenital, la técnica habitual consiste en pasar la orina por filtros de nailon, papel o policarbonato. En la esquistosomiasis intestinal los huevos pueden detectarse al microscopio en muestras de heces colocadas entre dos portaobjetos de cristal o entre un portaobjetos y papel de celofán empapado en glicerina con azul de metileno. Las técnicas serológicas e inmunológicas pueden ser útiles para detectar la infección en personas residentes en zonas no endémicas o de baja transmisión.

Prevencion y control

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La prevención y el control de la esquistosomiasis se basan en la quimioprofilaxis, el control de los caracoles, la mejora del saneamiento y la educación sanitaria (IMG7).









Este video muestra Schistosoma Mansoni saliendo de su huevo. Es un proceso muy pasivo.

1 comentario:

  1. Muy buen trabajo, las felicito a ambas Marías :). Solo algunos detalles de ortografía, les recomiendo revisar la rubrica que se encuentra en el link de su grupo y tratar de mejorar algunos aspectos que consideren les ayude a obtener un mejor puntaje.
    Pregunta: ¿Existen casos de esquistosomiasis en Panamá?.

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